Mientras
los consumidores están dispuestos a pagar más por esos cultivos, las
ganancias para los agricultores que al sembrar usan fertilizantes
naturales pueden ser de hasta 70 por ciento más que en aquellos
productos que haya tenido contacto con otro tipo de abono.
En la actualidad, el país exporta café, cardamomo, macadamia,
ajonjolí, miel, limón y té negro, que ya se producen en forma orgánica.
Otros productores como los de melón, papaya, mango y piña
también buscan ofertar sus productos al extranjero mediante el uso de
abonos orgánicos.
Durante la V Convención de Agricultura Orgánica, que se
celebró en Antigua Guatemala, los productores destacaron el potencial
de este mercado.
Gaspar Armando, caficultor de la cooperativa Federación de
Pueblos Mayas (Fedepma), informó que aunque el volumen de producción
es menor, comparado con el café producido a base de químicos, la venta
puede generar ganancias superiores hasta del 70 por ciento.
El caficultor refirió que en esa cooperativa se usan solamente
productos orgánicos como “abono a base de la pulpa del grano, que es
procesado por una lombriz”.
Juan Paz, representante de la Comisión Nacional de
Agricultura Ecológica, afirmó que muchos cultivos orgánicos son
considerados “súper alimentos” y que tienen un alto potencial de
crecimiento.
En Guatemala, nueve mil 300 productores se dedican a la agricultura orgánica.
Procesos sustentables
La agricultura
orgánica consiste en la producción de cultivos con el uso racional de
los recursos naturales, es decir, con abonos orgánicos como la pulpa del
café y evitando los productos químicos.
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